Fuente: Público .es
El Ayuntamiento aprueba un plan de Memoria Histórica que se verá completado en seis meses. Esperanza Aguirre cree que no servirá para “erradicar el odio”, y ve en esta proposición del PSOE “sectarismo y revanchismo”.
ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL
MADRID.—Madrid borrará por fin los vestigios de la dictadura franquista de sus calles y plazas. El pleno del Ayuntamiento de la capital ha aprobado este martes el Plan Integral de Memoria de Madrid, redactado por el PSOE, para retirar de forma inmediata cinco placas y monolitos que honran a personas vinculadas con la dictadura, como la lápida a los Caídos de Chamartín de La Rosa (Duque de Pastrana) o la de José García Vara, fundador de la Central Obrera Nacional Sindicalista (plaza de Duque de Pastrana).
Además, el grupo de Ahora Madrid ha presentado un listado con otras 30 calles y plazas que también deberán ser renombradas durante los próximos seis meses, propuestas por los académicos de la Cátedra de Memoria Histórica de la Universidad Complutense de Madrid, y que deberán contar con el visto bueno de la Junta de Gobierno.
En esencia, el plan quiere garantizar la aplicación de la Ley de Memoria Histórica aprobada en 2007 por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, y persigue también la retirada de insignias y placas que exalten la sublevación militar o que homenajeen a golpistas e implicados en delitos de lesa humanidad. La concejal de Cultura, Celia Mayer, ha explicado ante el pleno que afectará a 16 distritos, y en los pasillos del Consistorio ha apuntado que el cambio de cada placa nominativa es de 54 euros, que asumirán las respectivas Juntas de Distrito.
Sin embargo, y mientras Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos han dado su respaldo a este plan, el PP en el Ayuntamiento, liderado por Esperanza Aguirre, ha votado en contra de esta propuesta porque a su juicio no sirve para “erradicar el odio”.
Aguirre cree que el PSOE está olvidando “el espíritu de conciliación de la transición”, y aprecia “odio y revanchismo” en la propuesta, que no tiene “el espíritu del Ayuntamiento de Tierno Galván”. El motivo es que el pleno ha rechazado la enmienda del PP, que pedía explícitamente la inclusión de un párrafo que reconociese a las víctimas no sólo de la persecución y violencia de la Guerra Civil sino también aquellos que lo fueron “por razones políticas, ideológicas o de creencia religiosa”. Sin embargo, como explicaba Mayer, esta mención ya se incluye en el título de la Ley de Memoria Histórica, y por tanto también en la proposición.
“La Ley de Memoria Histórica de 2007 tiene partes que no nos gustan, pero nos hubiera gustado votar a favor”, insistía Aguirre, aprovechando para cargar contra los socialistas. “Que el PSOE no quiera incluir eso demuestra porqué están ustedes como los cuartos de los madrileños”, afirmaba, en referencia a los resultados de las elecciones de este domingo. “Parece que es una exigencia de asociaciones de Memoria Histórica que no entre el PP”, apostillaba.
Por su parte, la concejal de Ciudadanos Sofía Miranda, que también ha respaldado este plan, intervenía en el pleno para criticar que se siga utilizando la Memoria Histórica como “arma arrojadiza”. “Es una obligación moral cerrar heridas. Ya vale una España de bandos”, zanjaba, cosechando los aplausos del PP y de sus compañeros de partido.
El plan aprobado este martes estará listo en abril, y está siendo redactado por el área de Cultura y Deportes con ayuda de los expertos de la Complutense y varias asociaciones de Memoria Histórica. Las mismas asociaciones que han exigido a todas las administraciones que trabajen para retirar todos los vestigios franquistas de las calles, y que este martes estallaban en un aplauso con su aprobación desde la tribuna de invitados del Ayuntamiento.
Acabar con la “desmemoria, dejación e impunidad”
La concejal de Cultura se ha comprometido a traer al pleno en un plazo de cuatro meses una declaración institucional de condena al franquismo y de reconocimiento a las víctimas de la dictadura.
Mayer recordaba en su intervención los más de 144.000 desaparecidos durante 40 años de represión franquista, y defendía ejecutar estos cambios nominativos cuanto antes, para poner fin a una situación de “desmemoria, dejación e impunidad”.