El sábado 16 de abril en el Teatro Principal, tuvo lugar un emotivo homenaje a las víctimas de la represión franquista. En él se escucharon conmovedores testimonios de víctimas directas de dicha represión e intervinieron profesionales que han investigado sobre este tema, así como miembros de asociaciones de recuperación de la Memoria Histórica. Al acto acudieron más de 500 personas.
Por una memoria viva (Fuente: Diario de Burgos).
I. Elices
Han transcurrido ya 14 años desde que varios movimientos civiles iniciaron en la provincia el largo camino -que aún no tiene fin- para rescatar del olvido a los represaliados por el régimen de Franco. Un tiempo en el que se han reabierto numerosas fosas comunes -Burgos es el territorio donde se han emprendido más iniciativas de esta naturaleza- para proporcionar consuelo a las familias que durante décadas no han podido colocar flores en las tumbas de sus parientes asesinados en 1936.
Tras todos estos años la Coordinadora por la Recuperación de la Memoria Histórica en Burgos, en colaboración con Espacio Tangente y la Asociación Denuncia, han organizado las I Jornadas de Homenaje a las Víctimas de la Represión Franquista, que contó con la presencia de ilustres profesores, investigadores y coordinadores de los distintos proyectos para la exhumación de republicanos fusilados.
El historiador Luis Castro, impulsor en Burgos de todos estos movimientos hace más de una década, recordó con emoción las primeras asambleas en Espacio Tangente y confió en que un futuro Gobierno «progresista» dé un nuevo empuje a la recuperación de la memoria. Asimismo, instó a la Justicia española a acatar los mandatos de la ONU sin escudarse en la Ley de Amnistía, «pues las desapariciones forzosas son delitos que nunca prescriben». Asimismo, abogó por la creación de una comisión de la verdad y por «arrumbar» todos los iconos del franquismo tomando figuras como «Indalecio Prieto, Victoria Kent, Clara Campoamor, Alcalá Zamora, etc., para dignificar calles y edificios públicos».
Francisco Echevarría, antropólogo, profesor universitario y uno de los científicos que más ha colaborado en el descubrimiento de fosas en Burgos, defendió «la imparcialidad y objetividad» de los movimientos de recuperación de la memoria, conceptos que contrapuso al de neutralidad. «No podemos ser neutrales, nadie puede serlo ante la violación de los derechos humanos». Criticó a quienes dicen que las iniciativas contra el olvido «son inoportunas, dividen la sociedad o reabren heridas». Eso sí, dio la razón a los que afirman que quienes remueven lo sucedido en la Guerra Civil y el franquismo lo hacen por una cuestión política. «Por supuesto que es política; por eso existen las fosas, no es un insulto, no nos molesta y nos refuerza en la defensa de los valores democráticos», enfatizó.
Lourdes Sastre, la presidenta de la Coordinadora, subrayó la gran labor que han llevado a cabo las distintas asociaciones en estos años, lo que ha contribuido a «recuperar la imagen de Burgos» en contra de la percepción de que la provincia al completo constituyó un bastión fascista durante la Guerra Civil. Hizo un recorrido por las distintas iniciativas para recuperar restos de represaliados en las fosas de la provincia. De hecho, en el escenario ayer en el Teatro Principal se expusieron las tierras de los 11 enterramientos más importantes descubiertos.
Miguel Ángel Martínez Movilla, precursor del hallazgo de las fosas de la Pedraja -135 cadáveres fueron encontrados-, recuperó a su abuelo Rafael Martínez Moro y subrayó la emoción que sintió al entregar los restos a sus familias.
