El pasado sábado día 30 de septiembre tuvieron lugar los últimos actos de estas jornadas de homenaje dedicadas a las víctimas de Monte de Estépar.
A las 12:00 horas en el Teatro Clunia, las tres asociaciones promotoras de las exhumaciones y de los actos de homenaje, Asociación Cultural Denuncia, Coordinadora Provincial por la Recuperación de la Memoria Histórica y Espacio Tangente, hicieron un repaso del recorrido de este proyecto y de cómo la unión de estos colectivos, las familias y la implicación, colaboración y generosidad de multitud de artistas y personas anónimas han tenido que suplir la falta de voluntad política -cuando no dejadez de funciones e incluso trabas político administrativas- durante más de cuatro décadas.
Sus emotivas palabras nos recordaron que aunque la recuperación de la Memoria Histórica y la Verdad, Justicia y Reparación para las victimas es un deber para cualquier Estado y para las administraciones públicas, estamos aún muy lejos de esa realidad, y que recuperar los cuerpos de los asesinados, reivindicar su memoria y reconocer el sufrimiento de sus familias es una cuestión de ética y de justicia que afecta a toda la sociedad.
Tras la intervención de estos colectivos tomó la palabra Juan Montero, arqueólogo y codirector de las campañas de exhumación de las fosas comunes del Monte de Estépar, que explicó cómo se llevó a cabo esta política represiva, mediante órdenes expresas y una metodología establecida por el bando franquista, que se llevó a cabo, no solo en Estépar, sino en todo el Estado. En su explicación también se ocupó de la localización de las diferentes fosas, así como de la destrucción de muchas de ellas por la actividad de empresas privadas y la pasividad de la administración.
Lourdes Herrasti, vicepresidenta de la Sociedad de Ciencias Aranzadi presentó las conclusiones preliminares del estudio antropológico de los 96 restos exhumados entre 2014 y 2015. El tamaño de las fosas, el número de víctimas en cada una de ellas, sus edades, pertenencias asociadas y la constatación de una muerte violenta son algunas de las certezas entre las muchas dudas que aún quedan por resolver.
Por último, Ignacio Fernández de Mata, antropólogo social y profesor de la UBU, explicó la necesidad y el derecho de las familias a cerrar un duelo que les ha sido negado una y otra vez.
El acto finalizó con la interpretación de Álvaro Barriuso de la Sonata para guitarra escrita por el músico y compositor Antonio José Martinez Palacios, quien también fuera asesinado y desparecido en Estépar en 1936.
Los actos de la tarde dieron comienzo a las 17:00 en el Monte de Estépar, con las emotivas intervenciones de los familiares de las víctimas. Mediante la lectura de poemas, cartas escritas desde prisión, reflexiones o testimonios espontáneos expresaron el dolor y la angustia vivida y transmitida a las sucesivas generaciones durante estos 80 años, pero también su fortaleza y su gran amor y respeto por los asesinados.
Concluidas las intervenciones, comenzó la bajada al cementerio de los restos de las 96 víctimas recuperadas. Una comitiva de más de 200 personas trasladó los féretros al cementrio de Estépar, donde se inhumaron bajo el monumento funerario a la memoria de todxs lxs asesinadxs en el Monte de Estépar, obra de la artista Susana Rioseras.
Familiares y amigxs acompañaron los féretros hasta el nicho mientras se escuchaban los nombres de sus seres queridos asesinados, conscientes de que no portaban a su familiar, pero sabiendo que todas las víctimas eran en ese momento las suyas, las que tanto tiempo han buscado.
Los actos de estas jornadas concluyeron aquí, pero en la mente de muchos familiares está la convicción de que este no es un punto final, sino un punto y seguido. Muchos seguirán luchando por la Verdad, la Justicia y la Reparación y ya en el monte se expresó el deseo de convertirlo en un lugar de memoria para que sea tratado con el respeto y la solemnidad que un paraje así merece.