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    Fuente   El Diario Montañés   Fecha de Publicación   30 de Junio de 2009  
                 
Enlace con la Noticia   http://www.eldiariomontanes.es/20090630/cantabria/estudio-destaca-gran-apoyo-20090630.html

Un estudio destaca el gran apoyo social de Cantabria al régimen franquista

 

El historiador Julián Sanz Hoya destaca en su libro, «La construcción de la dictadura franquista en Cantabria», la «gran adhesión» que Falange tenía en la región antes de la guerra y el apoyo social que recibió el régimen, tanto de las clases altas, como de las clases medias y del campesinado. El libro, que ha sido editado por la Universidad de Cantabria (UC), analiza como se organizó el régimen franquista en Cantabria en el periodo 1937-1951, a través del estudio de las instituciones y el personal político de la época.

El origen de este trabajo está en la investigación por la que obtuvo el premio de Historia Regional «Manuel Teira»-Ciudad de Torrelavega en 2004.

Sanz Hoya considera que el franquismo fundó su política en una centralización autoritaria «sin precedentes», en la que la figura del gobernados civil y jefe provincial del Movimiento tenía un papel «crucial» como máximo representante del Estado en la provincia. Según su investigación, otra peculiaridad de la dictadura en la región fue la existencia de una considerable base de apoyo social, «en especial en las zonas rurales», no sólo de la clase alta, sino también de las clases medias y el campesinado. «Por un lado, la dictadura se mantuvo gracias a los efectos de una represión durísima pero no sólo por ello, sino también por la adhesión de una parte importante de la sociedad», añadió.

Además, a su juicio, «ya antes de la guerra», Falange tenía un apoyo mayor en Cantabria que en otras regiones y fue clave en la organización de apoyos a la dictadura y el control de las instituciones de la región, ya que muchos de sus miembros ocuparon puestos de relevancia en los cuadros políticos de los ayuntamientos.

El historiador cree que mientras en otras regiones pervivieron los grupos conservadores tradicionalistas y monárquicos, en Cantabria fueron «desplazados» por los jóvenes falangistas.