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En busca de respuestas
Alicia Pérez | El Norte de Castilla | 16.11.2009
   

El grupo de arqueólogos de la Asociación para la Memoria Histórica han localizado en Cisneros los restos de tres personas fusiladas durante la Guerra Civil.

El 12 de agosto de 1936 se truncó la vida de tres vecinos de Villada y Villamuera de la Cueza, que fueron fusilados poco después de comenzar la Guerra Civil en el término municipal de Cisneros y enterrados en una fosa cavada en una tierra cercana a una reguera en la carretera Palencia-Villada.

Ayer, 73 años después, once voluntarios de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Palencia y Valladolid iniciaron las tareas de excavación de la fosa y de exhumación de los cuerpos, dirigida por el arqueólogo Julio del Olmo. Se trata de los restos de Donatilo de la Cea, jornalero de Villada; Mariano Salazar Aguayo, ferroviario natural de Paredes de Nava y también vecino de Villada; y Valentín Garrido Herrezuelo, jornalero vecino de Villamuera de la Cueza.

Un largo proceso de investigación que comenzó con la búsqueda de testimonios, cuyos recuerdos permitieron saber el lugar concreto en el que se encontraba el enterramiento. «Son unas excavaciones necesarias porque no es de recibo que una persona esté tirada en el campo, porque en un momento la sacan de su casa, es asesina y queda ahí tirada», explica Julio del Olmo.

El grupo de voluntarios inició los trabajos hace un mes, cuando abrieron con una máquina excavadora una serie de trincheras en la zona para localizar los cuerpos. Con sumo cuidado, los voluntarios iniciaron ayer las tareas de delimitación de la fosa de aproximadamente metro y medio de ancho por cuatro metros de largo, y comenzaron a cavar hasta llegar al nivel en el que se hallaban los restos de las tres personas. Una vez finalicen los trabajos de excavación, que podrían concluir hoy, los restos son analizados en el laboratorio, donde se recompone cada esqueleto y se lleva a cabo el estudio antropológico forense. «Para reconocer cada uno de los cuerpos se tienen en cuenta las diferentes edades, que en este caso son de unos 40, 30 y 20, y las características que proporcionan los familiares y las cartillas militares», explica el arqueólogo que dirige los trabajos.

La principal dificultad con la que se encuentra la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica a la hora de realizar este tipo de tareas es la falta de personas que puedan aportar indicaciones y datos sobre la ubicación de otras fosas. De hecho, en la localidad palentina de Moratinos se han realizado trabajos en 3.000 metros cuadrados, pero de momento no han tenido éxito.

http://www.nortecastilla.es/20091115/palencia/busca-respuestas-20091115.html