CRMHBurgos - Noticias

Franco, un "enigma" de múltiples y diferentes caras

Diario del Alto Aragón| 20.10.2009
   

Paul Preston repasó las distintas imágenes que creó la propaganda

El Congreso "Vencedores y vencidos" comenzó ayer con una charla en la que el hispanista británico Paul Preston diseccionó las diferentes imágenes que la propaganda franquista creó sobre el dictador. Todas ellas tenían varias cosas en común: "la alteración de la realidad", "la revelación de su egolatría" y el intento de superar "sus frustraciones" mediante los mensajes de propaganda. El salón de actos de la DPH presentó un lleno absoluto e incluso se habilitó una pantalla gigante en la sala contigua. Hoy, Sánchez Vidal y Jordi Gracia hablarán de cine y literatura en el Franquismo.

El hispanista británico Paul Preston desmontó ayer la figura mítica que el dictador Francisco Franco y sus propagandistas crearon en torno al golpista, en la conferencia inaugural del Congreso "Vencedores y vencidos", que se celebra hasta este jueves en el salón de actos de la Diputación Provincial de Huesca. Basándose en recuerdos, testimonios y escritos de colaboradores, familiares y amigos del dictador, así como en documentos oficiales, el historiador, especializado en II República, Guerra Civil y Franquismo, comparó la imagen creada por la propaganda y la "realidad más bien mediocre" de Franco, sobre todo en su infancia y juventud.

Preston dividió en tres etapas, y otras tantas imágenes diferentes del dictador, las que el régimen creó a lo largo de cuarenta años. La primera, desarrollada durante la Guerra de Marruecos y la Guerra Civil, provocada por el golpe de Estado de Franco, era la de "un cruzado medieval" de "gran valor", que se comparaba con "creadores de imperios como Carlos I y Felipe II" y "conquistadores como el Cid". "Franco se veía a sí mismo rectificando la historia de España -afirmó Preston-, con la Guerra Civil como la Reconquista y los republicanos, como los moros".

En este empeño de Franco y su régimen, la Iglesia fue una colaboradora muy eficaz dotando al dictador de una vitola de salvador, al proclamarle "Caudillo enviado por Dios", "defensor de la fe" u "hombre providencial que salva a España" y se convierte en el "asidero moral de Europa", entre otros "títulos". Incluso hubo quien fue más allá, como Pilar Primo de Rivera, hermana del fundador de Falange y responsable de la Sección Femenina, quien lo llegó a calificar de "nuestro Señor en la Tierra".

El dictador, a pesar de presumir durante toda su vida de humildad, hacía exactamente lo contrario y alentaba estos halagos. "Con el control férreo de los medios de comunicación, esa adulación no era posible sin el visto bueno" de Franco, aseguró Preston, quien contrapuso esa imagen humilde y de "soldado abnegado" con la que hablaban familiares del dictador como Serrano Suñer, que se refería a él como "alguien siniestro y mezquino".

Franco se dio cuenta muy pronto, durante la Guerra de Marruecos, del poder de los medios de comunicación y la propaganda, para alterar la realidad y, de paso, "crear un pasado perfecto". Atormentado por la ruptura de su familia (su padre abandonó el hogar cuando él era un niño) y frustrado por no ser admitido en la Academia Naval, Franco se desquitaba "reconstruyendo su linaje e infancia". En la película "Raza", con guión del mismo dictador, Franco "repara sus frustraciones" y presenta a su padre "como un héroe que muere en la Guerra de Cuba" en lugar de unos últimos años "bohemios", como ocurrió en realidad. Este largometraje de principios de los 40 es una "de las manifestaciones más extremas y caprichosas para crear un pasado perfecto", sentenció Preston, quien explicó que Franco identificaba el final del Imperio español con el de la ruptura de su familia.

Los tiempos cambiaban, y si a finales de los 30 y principios de los 40, la imagen de "guerrero" resultaba útil, la derrota fascista en la II Guerra Mundial y el aislamiento internacional trastocaron todos los planes propagandísticos de Franco, cuya imagen derivó en la de "un padre autoritario" que vigila que la familia (España) "permanezca unida". El aparato de propaganda cambió de rumbo y empezó a crear la imagen de "Franco el centinela", el "padre de familia que no duerme y está vigilante siempre", de que no le ocurre nada a "sus hijos", es decir, a los españoles.

Ante el temor de una posible invasión aliada, Franco y su aparato comenzaron a hablar del "Caudillo de la paz" que en Hendaya "supo frenar las pretensiones de Hitler para que España entrara en guerra". La realidad fue muy distinta: "Hitler no cedió el imperio francés del norte de África a España, de la que dudaba por su debilidad económica y militar".

La "egolatría" de Franco, del que Preston llegó a decir que "se creía su propia propaganda", le llevó a hacer que las fiestas nacionales giraran en torno a sus "proezas" y "logros". Así, el 1 de abril se conmemoraba el Día de la Victoria (cuando los sublevados derrotaron a la República democrática); el 27 del mismo mes, día en que se produjo la unificación de todos los partidos del bando golpista, se recordaba el Día de la Unificación, y, en la mayor muestra de ego, el 1 de octubre era el Día del Caudillo, Francisco Franco, quien "arreglaba sus insatisfacciones personales" con estos homenajes a su persona o vistiendo de almirante, un sueño frustrado de niño y que nunca logró cumplir.

En los 60, con el país al borde de la bancarrota por la autarquía, Franco dio paso a los tecnócratas. Desde entonces, Carrero Blanco fue el poder real y el dictador se limitó a cumplir funciones de representación del Estado y a preparar su sucesión. La "nueva máscara" propagandística presentaba a Franco como "el abuelo bondadoso" que "inaugura obras públicas (lo que le valió el apodo de "Paco el rana"), asiste a desfiles, hace quinielas, va de caza o a pescar, y ve el fútbol". Aun así, la realidad se impuso a la imagen y "el abuelo bondadoso", el último dictador de la Europa occidental, acabó sus días postrado en la cama pero con fusilamientos en las cárceles y, treinta años después, nuevamente repudiado por las democracias.

     
http://www.diariodelaltoaragon.es/NoticiasDetalle.aspx?Id=596119