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Con cierta frecuencia, cada vez que se habla de memoria histórica, se suele atribuir este movimiento a un asunto del pasado, a oscuros intereses de manipulación y política en el peor sentido de la palabra, cuando no suele argumentarse que en esta materia esta ya todo hecho.
Sin embargo, los principales protagonistas de esta historia con mayúsculas, siguen reclamando, como otras victimas de dictaduras y represiones, lo que aún queda por hacer en los tres pilares básicos que constituyen los derechos humanos: verdad, justicia y reparación. Verdad, justicia y reparación para que se conozca lo que ocurrio, para que se rompa la espiral insoportable y patológica de tanto miedo aún presente, pese a todo, para que la historia no borre los nombres, para que se recuerde a las victimas y lo injusto y cruel de su situación, para no repetir errores y reflexionar, para que las victimas sean homenajeadas como merecen, para que sean enterradas donde corresponde, para que su dignidad sea reparada y su dolor acompañado, para que se respete la voluntad de los familiares y se haga justicia, para que se repare, al menos una parte del daño.
En España, como antes en otros lugares, como antes también en España con otras victimas iguales como las victimas de ETA o del 11 M, las victimas piden respeto, empatía, ser tratadas con dignidad, ser reconocidas como victimas, ser reparadas y recordadas, por eso hoy seguimos hablando de fosas, de exhumar cadáveres para sacar de las cunetas los cuerpos de los impunemente asesinados, para identificarlos, para enterrarlos donde sus familiares deseen, para homenajearlos y conocer lo que les ocurrió; seguimos hablando de romper la espiral del miedo y, por fin, hablar, contar lo que ocurrió, desahogarse, hacer también, por que no, pedagogía con lo ocurrido; seguimos hablando de dignidades, de reconocimientos, de homenajes, de victima y sus necesidades, porque como decía hace un tiempo forges: “El tiempo todo lo cura, menos las injusticias que las agrava”
Por eso hoy, diferentes asociaciones que formamos parte del movimiento de memoria histórica en nuestro país seguimos uniéndonos para responder a la demanda de las victimas proporcionándoles espacios donde hablar, donde investigar lo ocurrido, donde exhumar e identificar si es posible, las condiciones lo permiten y así lo desean los cuerpos de sus seres queridos, espacios donde empatizar y donde se posibilite que las nuevas generaciones conozcan lo que ocurrió mediante programas de sensibilización y educación en valores.
Por eso, y porque aun queda mucho por hacer, mucho por conocer, mucho por contar, mucho por desenterrar en nuestro olvidado pasado; por eso y porque para nosotros todas las victimas son importantes y es vital responder a sus necesidades de verdad, justicia y reparación, desde la ARMH y Psicólogos sin Fronteras Madrid hemos decidido dar un paso mas en el trabajo con los familiares, del que tanto estamos aprendiendo estos años, y hemos creado una oficina de atención para ellas, para recibir, apoyar y acompañar sus necesidades de verdad, de justicia y de reparación que compartimos plenamente y con las que nos comprometemos sin duda para defenderlas. |
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