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Autor/a de la Noticia   Blanca Espacio | El Periódico | 04 de Noviembre de 2009   Enlace con la Noticia Imprimir ésta Noticia Enviar ésta Noticia por e-mail Suscribete a la Actualidad CRMHBurgos   Comparte la Noticia en: Meneamé Comparte la Noticia en: Fresqui Comparte la Noticia en: Technorati Comparte la Noticia en: Del.icio.us Comparte la Noticia en: Twitter Comparte la Noticia en: Facebook Comparte la Noticia en: MySpace
 

La infancia que robó el franquismo

A punto de cumplir 8 años, Mercè Torres entró en la Casa de la Misericòrdia de Barcelona. Era el año 1960.

 

«La vida allí era muy triste... porque no eras nada, solo un número. Yo, el 61. Allí la sopa tenía gusanos, pasaba mucho frío y los castigos eran habituales». Pensaba que no lo resistiría, pero lo resistió. El de Mercè es uno de los testimonios que recoge la exposición Infància robada. La protecció de menors en el franquisme , que hoy se inaugura (19.00 h) en el CIRD.

La muestra, creada por la asociación Grup de Recerca Històrica (Circare), reúne las experiencias de personas que durante su infancia fueron tuteladas por el Estado franquista y muestra la organización.

El funcionamiento y la ideología de las instituciones que se hicieron cargo de esos niños. Muchos, hijos de rojos y represaliados. Muchos más, hijos del hambre.

Cuando tenía 6 años, una enfermedad llevó a Amparo García (1936) al Asilo de San Rafael. La directora era sor Virginia y sus castigos, un catálogo del horror. Una vez la encerraron con una niña muerta. Aún recuerda el olor de aquella habitación. Cuando fue la monja a buscarla le hizo tocar a la niña y le dijo: «¿Está fría?, pues más fría te vas a quedar si vuelves a mearte».

 
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Había centros para los dos sexos, pero mientras los niños aprendían un oficio, las niñas limpiaban y rezaban. El día que cumplió 11 años, a Encarnació Hernández (1948) la metieron en un centro de Lleida con la promesa de estudiar. «Solo aprendí a bordar mientras rezaba rosarios y jaculatorias». Con su experiencia y la de otros muchos, Infància robada hace visible el auténtico significado de aquella tutela.

 
 
 
 
 
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