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Coordinadora Provincial por la Recuperación de la Memoria Histórica - Burgos

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  Autor/a de la Noticia   M. Barrado Timón | Hoy.es | 20.11.2011   Enlace con la Noticia Imprimir ésta Noticia Enviar ésta Noticia - Temporalmente deshabilitado Suscribete a la Actualidad CRMHBurgos
 
 
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«Nuestra historia no es de buenos y malos»

En esta entrevista explica sus posturas respecto al franquismo y la II República y otros aspectos de la investigación histórica.

Consuelo Martínez-Sicluna Sepúlveda Profesora de Filosofía del Derecho

Consuelo Martínez-Sicluna Sepúlveda, profesora de Derecho Natural y Filosofía del Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, dará sendas conferencias en el Aula HOY de Cáceres y Badajoz sobre la legitimidad de la República y el franquismo. Ha trabajado en este tema desde hace más de diez años y se pasó al activismo hace unos meses, cuando recordó la historia de sus familiares asesinados en Paracuellos del Jarama en un vídeo que replicaba otro similar elaborado por los defensores de la memoria histórica.

-¿Por qué surge su interés por este asunto?

-Siempre estamos hablando del régimen anterior y hay que ver cómo se llega a él. Hay que ver como se produce un alzamiento militar que fracasa y que lo que desencadena es un enfrentamiento civil consecuencia de ese golpe de estado militar. Pero para que fracase el golpe de estado hay toda una situación previa y esto no solo se ha tratado desde el punto de vista de los historiadores, sino desde el punto de vista jurídico.

-Sorprende que manifieste la ilegalidad del origen de la II República y afirme la legalidad del franquismo, cuando se trata de un periodo democrático y de otro dictatorial.

-Yo no estaría de acuerdo con esos conceptos. Me parecen ciertamente tópicos y erróneos. Desde el mismo momento de la guerra civil, ya desde 1936 hay un dictamen encargado por Franco a los juristas más prestigiosos del momento para ver cómo se podía gobernar. Se trata de un dictamen de una comisión sobre Legitimidad de los Poderes Actuales a 18 de julio de 1936. También hay que ver cómo llega la República a España, que lo hace a través de unas elecciones municipales, no de un plebiscito o referéndum que decidiese el destino de España, si monarquía o república. Realmente, en esas elecciones municipales la República quedó vencida, lo que pasa es que se deslegitima el voto de los pueblos frente al voto de las grandes ciudades, donde triunfan los candidatos republicanos. Hay un tanto por ciento muchísimo más elevado a favor de la Monarquía que de la República. Lo que sucede es que hay una dejación de funciones por parte de la Monarquía.

-¿Se ha reactivado el estudio de estas cuestiones a causa de la Ley de Memoria Histórica?

-No es solo como consecuencia de la ley. Hace más de veinte años ya ha habido historiadores como Ricardo de la Cierva en un lado y Paul Preston en otro que han analizado este tipo de cuestiones. La ley de Memoria Histórica lo que ha hecho es que el gran público se interese de pronto por algo que estaba muy olvidado.

-¿Qué pueden aportar los juristas a este debate a dos bandas que se ha establecido respecto a los estudios del franquismo y el postfranquismo?

-El análisis de los actos jurídicos que se producen en esos momentos, la preocupación de quienes ya se han alzado frente a la República por encargar a una serie de juristas que estudien cómo se puede desencadenar una normalidad institucional. La intención no es gobernar desde la anomalía, sino desde una cierta normalidad. Esto se puede luego reconocer o no. Yo no estaría por una calificación de dictadura, estaría por la calificación que ha utilizado Luis Suárez repetida y reiteradamente que es el término de autocracia, no de dictadura. Además, no creo que se pueda personificar en Franco. Aquí la gente desarrolló su vida y vivió. Hay una serie de acontecimientos que se desarrollaron durante ese tiempo que no se pueden analizar desde un punto de vista maniqueísta. Esto no es una historia de buenos y malos. El problema de España es que siempre estamos revisando la historia desde el punto de vista de blanco y negro. Habrá claroscuros, habrá puntos negros y habrá puntos buenos y a favor. Y en la República, probablemente lo mismo.

-El hecho de que se haya reactivado el interés por estos temas, desde diversos puntos de vista, ¿nos permitirá conocer mejor la etapa del franquismo?

-Quizá sí. Ahora mismo se tiene acceso a documentos que hace tiempos no se tenían. Las mismas actas o escrutinios electorales que dan la victoria al Frente Popular. Lo que probablemente nadie hasta ahora, pero sí Pío Moa, ha puesto en cuestión es que esas actas y escrutinios nunca se llegaron a ver con exactitud porque no se llegó a terminar el escrutinio electoral. El Frente Popular se dio por vencedor a sí mismo. Eso es algo que poca gente conoce. Tener acceso a esos documentos es de vital importancia.

-Hay una queja de muchos historiadores sobre la destrucción de información que se ha producido en las últimas décadas.

-El traslado de archivos... de toda la documentación que había en Salamanca a los archivos de Barcelona... En esos traslados ha podido desaparecer o se han destruido muchísimos documentos. Tampoco se justifica desde el punto de vista de la localización porque Salamanca podía tener quizá un mejor acceso para todo el mundo.

-¿Cómo pueden destruirse con impunidad documentos que debía estar en manos de los historiadores?

-El problema es cuando la política, a posteriori, quiere hacer un juicio de valor, claramente subjetivo sobre documentos que están perfectamente contrastados. A 75 años de distancia respecto de lo que fueron la guerra civil y la República y un poquito menos respecto al franquismo hay que ver, por ejemplo, cómo se ha hecho el traslado de lo que era el Museo del Ejército desde Madrid a Toledo. Hay que explicar a la gente que el despacho donde tiene lugar la conversación de Moscardó con su hijo y el teléfono han desaparecido. Hay una cierta impunidad en los actos. La conversación de Moscardó con su hijo, avalada, contrastada y científicamente demostrada es como si no hubiera ocurrido. Y es porque la política posterior pretende modificar los hechos que tuvieron lugar en un determinado momento.

-¿Cree que en la próxima legislatura podría modificarse la ley de Memoria Histórica?

-Me gustaría que se modificara en razón de que no se puede estar mirando hacia atrás continuamente. Pero creo que no se modificará. Si se produjera la alternancia política tras las elecciones me parece a mí que la ley se va a quedar igual, porque muchas veces se trata de lo políticamente correcto o conveniente y el PP nunca ha dado un paso atrás en lo que el Partido Socialista ha hecho. No se trata tanto de la modificación o supresión de la ley sino de ver si había necesidad de hacer una ley de Memoria Histórica en vez de mirar para delante y revisar el pasado continuamente. Creo que el pueblo español no tenía necesidad de la ley de Memoria Histórica (...) Hay que recordar que Franco promulga una ley de amnistía en su momento conforme a la cual todos los que hubieran podido cometer algún tipo de crimen en la República o la guerra civil, quedan amnistiados. Entre otras cosas, nunca se ha podido juzgar a Carrillo por su responsabilidad en Paracuellos del Jarama.

-¿Por qué una profesora universitaria se pasa al activismo?, lo digo por su participación en el vídeo sobre Paracuellos.

-Yo tengo a cuatro enterrados en Paracuellos, entre ellos uno de los menores asesinados allí. Pero no puedo contemplar la historia desde el revanchismo. No tendría sentido que yo fuera al cabo de 75 años a buscar a los responsables o a señalarlos con el dedo, pero sí a señalar la responsabilidad que cada uno pudiera tener. Creo que la historia que tenemos que forjar en común ahora mismo no nos permite jugar con el pasado, porque las generaciones nuevas no pueden estar en el odio, el resentimiento y la revancha. No lo querría para mis hijos.

-Pero quizá si querría recuperar los cuerpos.

-Eso me parece superdigno. Pero yo no he podido recuperar los cuerpos de mis familiares y no solo los de Paracuellos. Hay gente de mi familia que no sabemos en qué cuneta fue asesinada.

-Las familias siempre han reclamado que se trata de una cuestión terapéutica para poder pasar página.

-Que un familiar quiera recuperar a sus muertos me parece tan digno que yo, si pudiera, lo haría. O no, porque en Paracuellos se abrieron las fosas, se vieron como estaban y cómo habían caído unos sobre otros y se decidió que no tenía ningún sentido separarlos. Eso es lo que mi familia me ha transmitido, mis padres, que a su vez tienen allí a sus padres. Pero no puedo comprender que esa recuperación se haga a base de subvenciones. En la sierra de Villacañas hay 22 miembros de mi familia que mataron allí y no tiene ningún sentido que yo quiera recuperarlos. Yo les rezo, pero su cuerpo ya no me dice nada. ¿Me darían una subvención para recuperarlos? Creo que no. ¿Tendría sentido que yo organizase un grupo de amigos, historiadores, juristas, para solicitar una subvención del Estado? Creo que tampoco. Y España no está para eso actualmente
 
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